domingo, 5 de febrero de 2012

El Mercader de Venècia

No se por dónde empezar a explicar cuánto me ha ofendido esta adaptación de El Mercader de Venècia. Bueno sí, hasta el punto de que he vuelto a escribir en este blog que tan abandonado tenía. Ya de entrada me daba un poco de miedo porque siempre he sido del parecer que adaptar Shakespeare nunca es tarea fácil y menos actualizarlo. Y esa era la premisa de la obra, un Mercader de Venència adaptado al siglo XXI. Bueno, vale. No soy excesivamente purista con los clásicos y creo que especialmente Shakespeare se presta a modernizaciones porque siempre trata temas muy universales. Pero lo que nos hemos encontrado no era una actualización ni mucho menos...de quién habrá sido la brillante idea de adaptar la obra a la actualidad...sin tocar el texto en absoluto? Y por dónde se agarra esto? Es decir, van todos con ropa de Dior y Armani, su medio de transporte son los monopatines eléctricos, todos tienen Ipads...pero eh, pagan en ducados, Antonio tiene una flota de barcos dignos del siglo XVI y Portia está destinada a casarse con el hombre que su padre dicte.
Anacronismos aparte lo más ridículo de todo es el tema de Judios y Cristianos. El desprecio y ridículo al que es sometido Shylock (incluso por parte de la ley y de su propia hija) tenía sentido en la Venecia del siglo XVI pero no hoy en día. Pero claro, ya para empezar nadie nos ha puesto en contexto y no sabemos bien bien en que época nos encontramos, si hacemos caso a la escena claramente estamos en el siglo XXI, pero si ecuchamos el texto, esta gente claramente vive en el siglo XVI. Entonces, ¿en qué quedamos? Supongo que al director ya le va bien esta ambigüedad porqué así no hay que dar explicaciones a nadie. Es muestra suficiente de que algo no funciona cuando en el momento más álgido y trágico de la obra (la escena en la que Shylock está a punto de llevar a cabo su amenaza de cortarle parte de su carne a Antonio) el público está riendo. Desde luego estaba todo el mundo igual de perdido sobre lo que estaban viendo. ¿Drama? ¿Comedia?
Además parece que la persona encargada de adaptar la obra no haya entendido para nada su escencia. Alguien podría explicarme porque Portia parece prima hermana de Paris Hilton cuando en realidad es la persona más inteligente de la obra? Portia que es lo suficientemente inteligente para manipular los deseos de su padre y casarse con el hombre que ama y que consigue salvar a Antonio gracias a su agilidad mental y su conociemiento de la ley? Pues no, aquí de reclamo cómico no pasa. Claro, así es normal que la gente que no había leido la obra al final no acabara de comprender porqué Portia acaba la obra triste y no feliz de la mano de su nuevo marido. No hay explicación alguna de los actos de los personajes y cuando llega el final de la obra nadie entiende la motivación de ninguno.
No se si estaban intentando ser modernos y rompedores o si simplemente intentaban ahorrarse el dinero que habría valido una escenografia de época pero claramente este gris manchado que les ha quedado no le sirve a nadie. Si actualizas, actualiza de verdad y no te quedes a medias. En este caso no había ningún tipo de comunión entre el texto y lo que estaba pasando en escena y así es imposible que algo funcione.